Decálogo para suicidas

Hoy no he ido a trabajar. Mala idea. Me encuentro mal. Alma cuerpo subconsciente roto. Me he puesto a ordenar la habitación para no estar divagando. El telefono no existe. Consciente o inconscientemente, no lo sabria explicar, he sacado la caja azul. Lo único verdaderamente mío que me traje a Berlin. Siete años de mi vida en España antes de la huida. Siete años de dolor y desesperanzas. Ahí están. En una caja de cartón medio rota por el tiempo. Rota. Como todo lo que me pertenece o me ha pertenecido en esta vida.

El decálogo lo escribí cuando tenía 17 años. Desde entonces está escondido porque me avergüenzo de ello. Hoy después de tanto tiempo, lo he releído. Me han entrado ganas de terminarlo.

1- Estar bién seguro de que lo quieres hacer. No habrá vuelta atrás. No puede haber remordimiento.

2- Planificación. Como en todas las cosas. No puedes fallar. Si fallas necesitarás mucho tiempo para poder volver a intentarlo y no estes seguro de que puedas. Te van a tener muy vigilado.

3- No se lo cuentes a nadie. Tiene que ser tu mejor secreto.

4- Elige como. Hay muchas posibilidades. Un tiro por ejemplo. En la cabeza. Asegúrate que la trayectoria de la bala destroce la mayor cantidad de masa encéfalica. Así no fallarás. En mi caso este modo seria el más justo.
Colgarse. El proceso es largo hasta la muerte. Puedes llegar a arrepentirte cuando ya sea demasiado tarde.
Gases. Si no tienes gas ciudad, olvidate. Con el butano se enteran antes los vecinos. Creeme. No es una buena idea.
Moto: una avenida, o carrtera. Recta larga. Dale gas. Si no te atreves, no te preocupes, yo conduzco. Tengo la experiencia suficiente y esta vez, con un poco de suerte, yo también lo consigo.
Venas. Para evitar el miedo, prepara un baño de agua caliente. Sumérgete. Una vez dentro un corte limpio y rápido. 9,5mm son suficientes para la arteria cubital. Sumerge los brazos dentro del agua. Te dolerá mucho menos.
Barbituricos. Son dificiles de comprar sin receta, pero no imposibles. Si has tenido un intento fallido son la solución perfecta. Te los van a dar a puñados. Haz como si te los tomaras y guardalos para el momento oportuno. No te fies del prospecto ni del Instituto de Toxicologia. La cantidad mortal es siempre el doble de la que ellos te diran.

5- Pon una fecha para llevarlo a cabo. Alegrate cada día que pase. El día señalado cada vez está más cerca. Además así nadie sospechara nada. Te evitas preguntas. Es importante.....