dissabte, d’abril 30, 2005

Fa (només) tres anys III

Como cada mañana en Ostbahnhof esperé al Regional. Éste es el medio de transporte más rápido para "cruzar" desde el Berlin Oriental al Occidental. Como fumador empedernido que soy, estaba en el area de fumadores de la estación, saboreando un buén café acompañandolo de mis dosis de humo. En el tren sin embargo, pocas veces voy al departamento de fumadores. Por media hora de viaje aguanto sin fumar.

Los motivos por el que no suelo ir a fumadores son: primero porque es impredecible, a que altura del tren se encontrará el vagon de fumadores. Segundo porque este departamento es el más sucio de todo el tren, lleno de botellas de cerveza vacías por todas partes. Ese día el vagón de fumadores paró delante de mis narices, y por supuesto no dejé pasar la ocasión.

Era un departamento de fumadores con ocho asientos encarados. En los de enfrente se sentaron tres jóvenes, que por su apariencia diría que eran todavia "Schüler". El tren arrancó y los jóvenes ajenos a las intempestivas horas de la mañana empezaron a jugar con sus móviles. La siguiente parada: Alexander Platz. Allí subió una mujer que se senmtó a mi lado. Llevaba una mochila enorme y un fajo de ejemplares del "Straßenfeger".

No pude evitar echarlee un vistazo de reojo. No me gusta inmiscuirme en la privacidad de las personas. La mujer una vez acomodada, dejó la mochila a mi lado y empezó a urgar en ella. He de reconocer que me puse nervioso, la mujer mientras urgaba no dejaba de murmurar frases indescifrables para mí. Ví como sacó unas botellas de cerveza. Cerveza barata en botella de plastico y tapón de rosca.

Llegamos a Zoologischer Garten. La mujer se dirigé a los jóvenes y les dice que si pueden dejar ya de jugar con sus móviles. La música la esta molestando. Le mire a los ojos y le sonreí, era mi manera de darle las gracias. Ella ni me miró. Los jovenes empezaron a insultar a la mujer a gritos de Penner. Le decian que era ella la que molestaba con su alcohol y sus periodicos.

Busco unos segundos en mi dormido cerebro las palabras adecuadas. Adecuadas me refiero gramaticalmente correctas, porque lo que queria decir lo tenia muy claro. Con el mejor aleman posible, que a las 7 de la mañana mi cerebro pudo procesar, les dije que dejaran en paz a la mujer. Que si no se habían dado cuenta, que lo que ellos criticaban era una enfermedad.

Los jovenes me insultaron a mi diciéndome que me callara. En ese momento la mujer gritó: "Schnauze ihr Schweine!" A lo que los jovenes callaron de inmediato. Los últimos minutos de mi trayecto transcurrieron en silencio. En cuanto la parada de Spandau fue anunciada, los jóvenes se levantaron y esperaron delante de la puerta. Yo me rezagué un poco. Cuando el tren empezó a frenar, me levante lentamente, miré a la mujer fijamente y esperé que me mirara. Esta vez nuestros ojos se encontraron, yo me limité a sonreir.

Entonces entendí que en el "ihr" estaba yo también incluido y descubrí el porqué en el fondo de su mirada. Esta mujer no estaba enferma porque hacía ya mucho tiempo que había muerto.

divendres, d’abril 29, 2005

Errores

He cometido un error. De hecho, en mi vida, he cometido muchos errores. Si me paro a pensar podría contar mi vida como una sucesión de errores. Sí, errores encadenados y huídas para no enfrentarme.

Recuerdo que de pequeño, cansado de escuchar las mismas historias por parte de mi abuelo materno, pregunté porque siempre hablaba de la guerra.
Me contestaron: Tu abuelo siempre habla de la guerra porque estuvo en el bando de los perdedores. Los ganadores nunca hablan de ella. Mira a tu abuelo paterno.

Ahora sé porque escribo tanto sobre mi vida.

Tendré que dejarlo y hacer algo útil: escribiré mis propias elegías.

dilluns, d’abril 25, 2005

Fa (només?) tres anys II

La Boxhagener Platz es para mi uno de los puntos neurálgicos de mi barrio: Friedrichshain. Por el dia y cuando hace buén tiempo niños gritones se apoderan de su centro, convirtiendose en un improvisado parque, muy parecido a los derroches de hormigón de mi ciudad, y que poco tiene que ver con la idea de parque berlinés. Por la tarde, y antes de que se vaya el sol, hordas de gentes cansadas de la jornada laboral (eso siempre, si el clima lo permite) se sientan en las terrazas de los innumerables bares que la rodean. De noche, y sobretodo el fin de semana, está llena de jovenes, que entre cerveza y cerveza, se escapan a aliviar sus necesidades básicas. Bién solos o acompañados, pero siempre buscando el alivio.

El domingo de 10 a 16 horas, esta plaza téstigo de los numerosos inreveses que la historia berlinesa le habrá obsequiado, se convierte, y al mejor postor en un Flohmarkt. Éste es para mí, uno de sus momentos más álgidos.

Llena de cajas sucias y viejas, a su vez llenas de trastos inútiles, a su vez envueltos en periódicos amarilentos y a su vez, éstos rodeados de libros y desechos sin fecha legible de fabricación que se exponen al capricho de los visitantes. Está permitido comparar, esta permitido regatear y por supuesto se compra todo. Porque en la Boxhagener Platz, los domingos, hasta su nombre se pone en venta.

Cuando paseo por este mercadillo, me gusta ponerme a pensar en la cantidad de recuerdos que hay asociados a los objetos amontonados. A veces, cuando cojo uno de ellos en mis manos, me gusta imaginarme la historia del mismo. Pensando en la gente a quien habrá pertenecido y lo que habrán podido vivir. Cuando me pasa esto, me entran ganas de vomitar. Me cuesta entender, el negocio montado a partir de recuerdos que no nos pertenecen.

Decido en esos momentos, ir a casa y con un cuchillo trocear mis entrañas y ponerlas a quí mismo a la venta. Seguro que en la Boxhagener Platz no es dificil encontrar coleccionistas de malos recuerdos.

diumenge, d’abril 24, 2005

Fa (només?) tres anys I

Fa tres anys que visc a Berlin. Millor dit el diumenge va fer tres anys que visc a Berlin. M'en vaig adonar xarrant el diumenge anterior amb una amiga que al mateix moment es l' "amiga" d'un dels meus primers amics ací. Escric "amiga" perque encara no entenc (i crec que mai no podré entendre) perque els alemans no diferencien entre amic/novio sino que la diferencia està amb el possesiu que utilitzen. Per a ells és molt diferent dir "el meu amic" o "un amic meu". Per a mí em crea molta confusió. M'he acostumat a escoltar aquestes coses pero he de reconeixer que encara no les domine.

Ho vaig celebrar amb un Brunch amb els amics meus alemans a casa i a pesar de que tu no hi eres amb mi, em vaig sentir content.

Pluja

Era una persona de color. Ho sé gràcies a aquestos records que em venen al cap. En ells tinc els ulls verds. No son visions ni somnis, d'això n'estic segur. Ara em mire a l'espill i em veig gris. He perdut el color, sóc una persona en blanc i negre. Com tot el que m'envolta.

Fa tres setmanes que plou. Fa tres setmanes que no he eixit de casa per a res. No m'ha fet falta. Durant aquestes tres setmanes he estat alimentant-me amb els meus records "bunt" com diuen els alemans. Necessitava més alimentar l'ànima que no pas el còs i ho he aconseguit, tot i que m'haja costat més d'una llagrima als ulls. Però hui he d'eixir. El meu cos desnutrit m'està demanant una miqueta d'aire fresc, que la meua habitació-cuina no em pot donar. A més m'atrau la idea de passejar sota la pluja i sentir-me una altra vegada viu. Si, ara em mateix em sent mort, un mort exiliat en una ciutat grisa i plujosa, lluny dels seus i lluny de tot.

Baixe les escales. Em fan mal les cames de tant d'exercici, és clar amb els 20 metres quadrats de pis no es pot fer gaire exercici, i tres semanes és molt de temps per als meus músculs grisos fosc.
Sóc al carrer i decideixo no obrir el paraigües. Preferisc notar la pluja que va mullant-me. Dono una voltada ràpida amb la mirada. Tot el que m'envolta, és també gris i moll. Només un cotxe a l'altra banda del carrer té color. Pero un color roig ja foscolit, deu ser dels nous veins que es mudaren el mes passat. Ja s'estan fent a la ciutat. Perd com tot ací, el color.
Passege i arribe a la cantonoda. Vaig a creuar i de sobte veig per la canalera de la vorera un fil de colors, que es arrossegat per l'aigua! Em sorprenc, ja que soc l'unica persona que hi ha al carrer per això no puc entendre d'on ve aquest color que embruta el paissatge gris. Mire al darrere i descobrisc encara un restes damunt de la vorera. Aquestes rerstes, venen de mi. Em mire les mans i veig, com les gotes de pluja que em rellisquen pel cos, s'estan emportant les restes de color que em quedaven. Això, pense era la poca vida que em quedava, la vida que ara corre amb la brutícia del carrer cap a les clavegueres, on unes rates grosses atretes pel seu color acabaran menjant-se-la.

Sóc ja un habitant més d'aquesta ciutat. Ja sense res a perdre, decidisc quedar-me a viure ací.

divendres, d’abril 22, 2005

Maria

Berlin
Charlottenburg
El Mc Donalds de la Wilmersdorfer Str.
La U7
El Lipton Ice Tee
Die Schweiz (o die Schweizer)
Euzkadi
Neukölln
El jamón seco y cortado fino
El valencià
Stralsund
El Mittwochsclub
Italia (La Pulla)
DJ Pepe (de Salamanca)
La BecksGold
Campanar
La Paul-Lincker-Ufer
Qui té por del Roig?
La Neon
X'berg
Los cruasanes no hojaldrados
El Diamonds de yahoo
Unas risas
Dos coletas y sobretodo
Una amiga.