dijous, de novembre 03, 2005

Lebensmüde

el lunes llego veneno viperino en forma de email.
dolió, pero no fue tan grave como otras veces. en un momento pense que me estaba inmunizando contra él, luego despues de utilizar mis lagrimas para borrarlo de la pantalla, me di cuenta que no era asi.

el martes en un arrebato de valor cocaínico hice una llamada. al principio me temblaba la voz y simplemente escuché. despues pude hablar con soberbia y cálculo. hice daño y disfruté. desfensa propia alegó mi conciencia. soy una mala persona me digo yo.

ayer recapacité hasta los limites. todo el dia mi cerebro estuvo crujiendo: cric, croc, crac, croc, cric, croc, crac, crac, croc....
por la noche hui a calores ajenos acompañados de gemidos y sudor. sudor que acaba helando la piel pero que libera la mente y cansa el cuerpo. en sabanas ajenas y arropado por un brazo alrededor del pecho pude dormir. lo agradecí.

hoy una charla con un cliente me lo ha dejado claro. herr lk me contaba que no tenia ganas de nada. que se habia bebido ya casi toda su vida y que el resto estaba esparcida por estaciones de metro abiertas por las noches y en cajeros automáticos. lustlos? le he preguntado. Lebensmüde mas bien ha contestado.
habia escuchado muchas veces la palabra. cansado de la vida seria la traducción. cansado de su propia vida. pero nunca me habia parado a pensar lo que en verdad significaba.

esta tarde me he permitido mirarme. no me ha gustado nada lo que he visto:
un cadaver sin corazón porque una vibora me lo ha robado.
mi higado esparcido por las esquinas de la simon-dach-straße. restos de mis intentos de olvido. como siempre fallidos.
sin mi cabeza porque se la regalé a un oso juguetón en los cárpatos.
mis pensamientos en un cubo de basura comprado en rebajas del bauhaus.
mi pasado quebrado por un coche, repartido por toda la geografia fruto de mis constantes huidas.
manos frias, sin sentimientos. sin nada. todo frio. mente fria. fria y mala.

he entendido en ese momento mejor que nunca a herr lk. pese a la empatia tendré que cedérselo a mis colegas. no haria un buen trabajo con él. yo también estoy lebensmüde.
de eso no me cabe la menor duda.

y la nariz que no deja de sangrarme.

3 comentaris:

Anònim ha dit...

"los disgustos de la vida hay que tomarlos con alegría, porque tal como vienen, se van."

simalme ha dit...

Muy bien definido.Creo que sí. Un trauma se va a los seis meses, el dolor en 2 años, y los recuerdos nunca.

PUCK73 ha dit...

Aqui estoy de nuevo, espero que poco a poco vayas encontrandote mejor de animo, un saludo