dilluns, de maig 23, 2005

Mein Kopf in Kreis

Hoy inesperadamente me has llamado por telefono. Me he alegrado muchisimo pues las últimas veces he sido yo siempre el que he marcado tu numero. Numero borrado de todas mis listas, pero que mi cabeza siga empeñada en recordar. La conversación no ha sido gran cosa. Al igual que ayer (nos vimos por casualidad antes de que tu entonaras notas de Mozart) hemos hablado del concierto. Antes de colgar has dicho lo indecible. Todo ha terminado. Esta vez es en serio. Me paro a pensar y no puedo. Sólo reproches acuden a mi mente. Son siempre los mismos. Mea culpa, mea culpa. Nunca escucho a los demás. Me refiero cuando me dicen lo que debo hacer. Creo que tengo una capacidad de raciocinio autosuficiente. Tal vez erro. Aquel día, no sólo escuché, sino que ademas hice lo que se me aconsejó. Hoy me llegan las consecuencias a traves de impulsos electricos que mi telefono convierten en tu voz. Tu voz tantas veces deseada en estos meses.

Como dicen los alemanes "mi cabeza gira en circulos". Bonito idioma sino fuera el tuyo. Ahora siento como una repulsión/odio hacia él. Sí, lo sé, se me pasará. La vida sigue. Otra vendrá, etc etc. Pero ahora lo unico que escucho dentro de mi cabeza son los reproches. Mis propios reproches que no me dejan avanzar, que no me dejan vivir.

Decido como acabar con ellos. Voy camino del Hades, pienso sentarme al lado de Cérbero. Tenemos algo en común. Vivimos (si a esto se le puede llamar vivir) entre los muertos desde hace tanto tiempo, que ya formamos parte de ellos.

He hecho un nuevo amigo, a pesar de que nunca me han gustado las serpientes.
En cuanto a tí, tal vez deberías sentirte responsable. Tienes una muerte sobre tu conciencia. En eso ya somos un poco iguales. Tal vez en un futuro podamos compartir más cosas.